Q u e R u L a N t e

¿como defenderse de un querunlante?, ¿como dejar de ser su objetivo?, ¿como demostrarlo?.

Es una vida con una libreta en la mano, es una vida en la que todo y cada uno de tus movimientos debes anotar, porque tarde o temprano volverán a señalarte como figura de un caso rocambolesco donde los haya, conversaciones que jamas pensastes pronunciar son oídas; agresiones, que por las circunstancias te gustarían llevar a cabo, se hacen realidad; aquellos lugares que no visitas o aquellas personas a las que nunca hablarías dirán que estuvisteis allí y conversaste con ellos; palabras que tu educación te impiden pronunciar son aun mas exageradas en boca de quienes denuncia les han sido gritadas por ti; esos temas tabú que forman parte de la mas absoluta de tus intimides dicen que los vas vociferando por ahí.

Dando rienda suelta a la falta de cordura hacen público hechos que ni en la mejor de las películas de intriga resultan veraces. No suelo leer las estadísticas pero es una pena la perdida de un buen guionista, al menos imaginación no le falta.

Lo que podría convertirse en un fenómeno paranormal motivo de estudio, se convierte en un obsesión psicotica en la que dudas a quien hacer cualquier comentario y quienes son dignos de tu confianza; empiezas a verte sola porque dudan si lo denunciado es cierto y el refranero español en este caso no ayuda: "cuando el río suena, agua o piedras lleva".

Pero lo peor de todo es encontraste con las manos atadas y la dignidad mancillada, sin olvidar el miedo que te recorre el cuerpo y la inseguridad de no saber que sera el próximo capitulo de la telenovela en cuestión.

"Que DeSde la PaZ de tu deScaNSo me acomPañeS en el iNcieRTo caMiNo qUe auN recoRRo loS qUe de CoRaZoN te qUiSimoS eN el CoRaZoN te SeguiMoS lleVaNdo"

Nose que esconde...pero se que una vez traspasada

su frontera no se puede dar marcha atras,

y que los que detras dejamos nos guardan

rapidamente en sus recuerdos, efimeros,

olvidados; dandonos e impregnandonos

de un ser que nunca fuimos, que nunca

sentimos, pero que ellos guardan

por nosotros sin ser ni tan siquiera la

mitad de lo que eramos.