uN HoMBre O uN CaBaLLeRo

En una sociedad en la que hombres y mujeres parecen distanciarse y en las que la falta de comunicación o entendimiento entre ambos cada vez se hace mas publico, inclusive hace hablar a los mudos, resulta difícil dar una explicación y buscar solución. Siendo mas fácil, sin embargo, tener algo de que hablar, como si frivolizar sobre las desgracias ajenas y posicionarse de una de las partes pudiese ayudarnos a superar nuestras propias desgracias.
Y es que ni el dinero, ni el bordado de una camisa o los caballos de nuestro coche justifican deshonrar, faltar al respeto, levantar la mano e insultar a una mujer. Por muy poco y flojito que hable uno o por muy alto y claro que hable el otro, no seria cuestión de carácter sino de falta de honestidad.
El problema esta en que ni un hombre ni un caballero haría esto y ni una mujer deja de ser una señora porque de puntillas pasa de largo tras ser deshonrada, busque respuesta a la descalificaciones, humillaciones y no denuncie por vergüenza que le levanten la mano.
Y lo peor de todo esto es que hemos aprendido cuales son las marcas que debemos vestir, los apellidos que nos permitirán lucir, ponemos de moda lugares a los que debemos ir olvidando que la educación y la humanidad no se compra en ninguna tienda y que algunos de estos deberían mirar no cinco sino tan solo una generación hacia atrás para saber del porque de ciertas carencias que no se adquieren en colegios de pago.